Buick Wildcat II
13/09/2013Este ‘concept’ de 1954 sirvió para que General Motors investigase cómo aplicar la fibra de vidrio a sus modelos.
Es curioso. Hay quien sostiene que el Buick Wildcat II está inspirado en los roadsters europeos de los años cincuenta, concretamente en el MG TC, del que, se supone, heredó el diseño de los pasos de rueda delanteros. Y no seré yo quien lo niegue, pero, al contemplar a nuestro protagonista, el felino de Buick sigue pareciéndome un automóvil genuinamente americano que, desgraciadamente, nunca llegó a los concesionarios.
Para conocer los orígenes de este peculiar concept es preciso remontarse a mediados del siglo XX, época en la que General Motors estaba inmersa en varios programas de investigación, entre ellos la fabricación de carrocerías con fibra de vidrio, un material económico e ideal para llevar a la práctica diseños voluptuosos.
Con él se realizó el prototipo XP-300 de 1951, al que siguieron el Wildcat I en 1953 y el Wildcat II un año después. Con una longitud de 4,34 metros, la segunda entrega del gato salvaje no puede negar su inspiración felina, ya que posee un agresivo frontal caracterizado por un paragolpes cromado de lo más artístico.
La información sobre el Buick Wildcat II no es mucha y tan sólo resta apuntar que montaba un propulsor V8 y que fue exhibido en Motorama, un showroom que sirvió de escaparate a General Motors para dar a conocer sus prototipos en los años cincuenta. Ciertamente, es una lástima que no llegase a la cadena de montaje, ya que, de haber sido así, hoy podríamos considerarlo un coche de culto. Nos conformaremos con recordarlo como uno de los concept cars más bellos de todos los tiempos.
Fuente: VidaPremium.com.